jueves, 31 de diciembre de 2009

El Angel de los gusanos.

I

Te conocí ese día envuelto en pestes, inmundicias, roñas,
Infecciones y tristezas que solo este mundo te pudo dar
Tu pequeño, débil y flaco cuerpecillo era un cóctel viviente
Para las liendres y despojos que indiferentes bebían tu sangre
Las yagas se asomaron ente tu ropaje de pelo deslustrado
Mire el pacto de las cicatrices en el brazo izquierdo, compare.
Tu rostro reclamo mi presencia, y tu habla me hizo recordar…

II

Tus ojos doloridos clamaron por el grande de este mundo
Tus sentidos penetraron los míos y en el fondo de tu candidez
Recordé, si, recordé lo innombrable, el que ya no debo estar aquí,
Remembre que tú, yo, y ellos no cabemos más en este mundo
Tu lenguaje fue inhóspito, tu confesión formo en mi cráneo
La corona de espinas, y una lanza se hundió llanamente en el pecho
Cuando con tu desconsolada mirada musitaste: la esperanza esta muerta…

III

Conducido a la sala de tortura, vomitaste hemoglobina
Corriente alterna que erizo tu cuerpo y golpes de los señores en tu cabeza
Patadas en los huesos, rompimientos, laceraciones, expansiones de adrenalina
Un último respiro y un golpe que detuvo el motor sanguíneo
No escuchó a los serafines ni miro por la ventana, solo gesticulo y Miro el horizonte

IV

En el episodio siguiente pareció que regresaste en una reencarnación particular
Volviste a hacer lo mismo, lacerar y lacerar, quemar y asediar, resurgir y resucitar
Un nuevo temblor surge, se abren dos dimensiones mas, me he quedado atrapado
¿Eres un demonio bajo diferentes disfraces? Quemas y quemas y entregas la llama
Ángel de los gusanos eres, de la miseria, del estremecimiento y el ardor
Conmovido y acorralado me subyugo frente a tu promesa de infinito dolor…

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