jueves, 8 de abril de 2010
No nos dejemos seducir por los ideales humanistas, son obra de mendicidad intelectual.
“Estos hombres marchan sobre nuestras huellas y si esperamos que quieran desengañarse, nos volveremos sus siervos y sus victimas, nuestras mujeres sus prostitutas y nuestras bienes su botín. Cuando hablamos de fraternidad olvidamos que aquellos de enfrente son mendigos y vengativos, feos, malsanos, viciosos, crueles y despóticos, mas malévolos que los peores entre nosotros y mas mentirosos que nuestros mas decididos sofistas.”
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