sábado, 19 de septiembre de 2009
Rut 1:3-18
Al poco tiempo falleció Elimelec, marido de Noemí, y ésta quedó sola con sus dos hijos.
Ambos tomaron por esposas a mujeres moabitas: una se llamaba Orfa y la otra Rut.
Al cabo de diez años murieron también los dos hombres y Noemí quedó desamparada, sin esposo ni hijos.
Entonces decidió salir de Moab en compañía de sus nueras, pues había oído decir que Yavé se había acordado de su pueblo y les había dado qué comer.
Y Noemí dejó el lugar donde vivía y llevó consigo a sus nueras. Y tomaron el camino que llevaba a la tierra de Judea.
Y Noemí dijo a sus nueras: «Volved a la casa de vuestras madres: Que el Señor sea generoso con vosotras como habéis sido generosa con los muertos y conmigo."
Que el Señor os recompense y os permita encontrar cada una un esposo con quien vivir en paz." Y entonces las abrazó. Pero ellas, llorando, le respondieron:
"No nos iremos, sino que seguiremos contigo y volveremos con tu pueblo."
"Volved a vuestra casa", insistió Noemí, "pues ¿qué ganáis en venir conmigo? Ya no puedo tener hijos para que sean vuestros maridos.
Os repito, regresad a vuestros hogares, yo ya soy vieja para volver a casarme. Y aunque tuviera la remota esperanza de casarme esta misma noche y de tener hijos,
¿seríais vosotras capaces de esperar a que se hicieran mayores? ¿Renunciaríais por eso a casaros? No, hijas, bastante me ha castigado ya Dios como para añadir esta preocupación por vosotras.
Y ellas clamaban y seguían llorando. Finalmente, Orfa besó a su suegra y se despidió. Pero Rut permaneció con ella.
Noemí le dijo entonces: "Tu cuñada ha vuelto con su pueblo y con sus dioses. Regresa tú también con ella."
Y Rut respondió: "No me obligues a abandonarte ni a dejar de seguirte, pues a donde tú vayas, iré yo; y donde tú vivas, yo viviré; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
Donde tú mueras, allí también quiero morir y ser enterrada yo. Que el Señor me castigue como es debido si no es la muerte la que nos separe."
Viendo Noemí que Rut se mantenía firme en su decisión, no quiso insistirle más
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