La vida de los seres humanos es vana, mezquina y fútil. Determinados sujetos se niegan a aceptar tan evidente realidad. Nuestras rutinas cotidianas y relaciones sociales que mantenemos día a día nos conducen a reafirmar esa luminosa pero desairada conclusión. Somos humanos hormigueantes que persistentemente, absurdamente e incapazmente indagamos el objeto que nos llevara a la pretendida felicidad. La felicidad no es más que la ausencia del dolor. Eso ya se sabe. El sustentar que el humano es un animal burdamente cicatero, lastimoso y ominoso es solo una perogrullada. Una evidencia centelleante incluso al ojo del resto de los animales.
El concepto de felicidad fue fantaseado por los alienados y moralistas humanos. Abiertamente somos humanos. Estamos orgullosos de eso, pedantemente gritamos a los cuatro vientos nuestra vanidad de humanidad, pero ¿qué es lo que nos diferencia del resto de los animales? teóricamente la inteligencia y el raciocinio. Nuestra “razón” nos ha llevado a las crisis económicas devastadoras, crisis germinadas por ilusiones, metarelatos, fantasías que terminan convirtiéndose en teorías y después en practicas cotidianas.
Estos fantasmas ideológicos, estos espejismos, producto de nuestra ilusión, nos han llevado a aniquilar otras “especies animales” y a deforestar los paisajes naturales, devastacion creada por la brutal tala de árboles para la ganaderia mundial.Toda froma de vida se ha patentado y todo lo que existe se valora en terminos de mercancia.
Dice Kafka que el mundo es una enorme jaula con la puerta abierta. El nuevo orden mundial nos ha hecho creer que “la jaula” es un espacio emancipado, nada mas falso.
El proyecto de los humanos nos ha llevado al genocidio mundial, la hambruna desbocada, las guerras “democráticas” que prodecen tantos millones de dolares. Nos hemos acostumbrado a la esclavitud moderna, esa que no se percibe a simple vista, pero que se siente en cada inhalación, en cada paso que se da, en cada atisbo que se echa al rededor.
Somos masas uniformes nacidas para consumir y producir. Producimos para consumir y consumimos para seguir produciendo. Somos simples y ordinarios autómatas, cuya única función es reproducir los valores hipócritas y autócratas que nos han infundido. No tenemos la capacidad ni la aspiración para cuestionarlos y demolerlos. Entonces ¿qué nos diferencia del resto de animales? La estupida cualidad de “razonar” los hechos y entornos, decayendo con esto nuestros problemas. La razon es un suicidio y la conciencia un tormento ontologico.
Nuestra estética es peor. Necesitamos enmarcar nuestros rasgos más femeninos para aumentar un poco el alcance de nuestro ego. Configuraciones implementadas en el físico y el cuerpo son necesarias para poder aceptar y encubrir nuestra innata fealdad biológica. Insulsas mujeres que tratan de adelgazar para perder el miedo de abrir las piernas ante al macho con mejores ofertas. Hombres frívolos y con deseos banales y fugaces necesitan de una transformación estética para adaptarse a la masa de descerebrados “pulcros” y “bellos”. Realmente la palabra razón no debería existir en nuestro lenguaje. Actuamos bajo la irracionalidad como cavernícolas y seres primitivos, pero viviendo en una supuesta avanzada civilización donde “existen” los derechos humanos,la democracia, la libertad, la tolerancia, la igualdad, la sana competencia y toda la palabreria que escuchamos sin cesar en los discuros de este siglo.
Después de todo, las grandes religiones semíticas y los discípulos agrios de esa filosofía prostituida cartesiana tienen algo de razón, el ser humano es superior.
Si, debemos enorgullecernos de ello. El ser humano el animal más estupido, inferior, mezquino y despreciable.
martes, 29 de septiembre de 2009
Sentencia 1.
Dentro de la gran cantidad de individuos miserables y viles, hay cierto tipo que realmente merece mención dentro de los grandes granujas de nuestros tiempos. Individuos ignorantes, ruines, iletrados, necios y corruptos que, por el simple hecho de que nuestra sociedad es cobarde y egoísta, se han colocado en posición de autoridad, me refiero a los llamados policías, aberraciones vomitadas de las ciudades. Canallas que, en algunos casos, se dedican a ser sicarios de jueces, mientras que los mas rufianes, a secuestros, extorsiones y asesinatos. Aun sabiendo esto, hay necios que se afanan en patrocinar “el orden y la ley” que supuestamente se desarrolla en las sociedades civilizadas y que vigilarían dichos policías, defienden lo indefendible y se empeñan en demostrar la supuesta bondad y apacibilidad policial. A todo ellos, cuando hablen de la rectitud de las fuerzas del orden, debemos recordarles: ¡¡¡El único buen policía es el policía muerto!!!
domingo, 27 de septiembre de 2009
Una negra por el demonio sacudida
Quiso en un niño triste gustar de nuevos frutos
Y criminales bajo su veste agujereada.
Esta voraz prepara sus trabajos astutos;
Con su vientre compara los airosos pezones
Y allá donde la mano no consigue ascender
Eleva el golpeteo sordo de sus tacones
Como una rara lengua torpe para el placer.
Contra la desnudez miedosa de gacela
Que tiembla, sobre el dorso, como un gran elefante
Enajenada aguarda y se admira y encela
Y ríe con sus dientes ingenuos al infante.
Y entre sus piernas donde su victima se acuesta,
Bajo la crin la negra piel abierta al azar,
La extraña boca su paladar manifiesta
Pálido y rosa como un caracol de mar.
Quiso en un niño triste gustar de nuevos frutos
Y criminales bajo su veste agujereada.
Esta voraz prepara sus trabajos astutos;
Con su vientre compara los airosos pezones
Y allá donde la mano no consigue ascender
Eleva el golpeteo sordo de sus tacones
Como una rara lengua torpe para el placer.
Contra la desnudez miedosa de gacela
Que tiembla, sobre el dorso, como un gran elefante
Enajenada aguarda y se admira y encela
Y ríe con sus dientes ingenuos al infante.
Y entre sus piernas donde su victima se acuesta,
Bajo la crin la negra piel abierta al azar,
La extraña boca su paladar manifiesta
Pálido y rosa como un caracol de mar.
Epitafio 12
"Los hombres se parecen a esos relojes de cuerda que andan sin saber por qué. Cada vez que se engendra un hombre y se le hace venir al mundo, se da cuerda de nuevo al reloj de la vida humana, para que repita una vez más su rancio sonsonete gastado de eterna caja de música, frase por frase, tiempo por tiempo, con variaciones apenas imperceptibles."
jueves, 24 de septiembre de 2009
Epitafio 11.
"Recogéis a un perro que anda muerto de hambre, lo engordáis y no os morderá. Esa es la diferencia más notable que hay entre un perro y un hombre.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Pienso en mi madre. Tuvo
un error: yo.
La estoy viendo: calentando
a mi padre, mostrándole su culo
y su sexo: jugoso,
travieso, como un changuito.
Seguramente había tomado ron
y mi padre se embriagaría de su
aliento. La estoy viendo: conduciendo
la verga de mi padre a su sexo,
enterrándole las uñas en la espalda,
metiendo su lengua en la boca de
mi padre, y diciéndole: vente, Higinio,
papito, vente. De esa noche nací yo.
Pienso en mi madre. Tuvo un error
un error: yo.
La estoy viendo: calentando
a mi padre, mostrándole su culo
y su sexo: jugoso,
travieso, como un changuito.
Seguramente había tomado ron
y mi padre se embriagaría de su
aliento. La estoy viendo: conduciendo
la verga de mi padre a su sexo,
enterrándole las uñas en la espalda,
metiendo su lengua en la boca de
mi padre, y diciéndole: vente, Higinio,
papito, vente. De esa noche nací yo.
Pienso en mi madre. Tuvo un error
¡Espíritu vencido, extenuado! Para ti, viejo merodeador,
el amor no tiene ya sabor, ni tampoco la lucha;
¡adiós, pues, cantos del metal y suspiros de la flauta!,
¡placeres, no tentéis ya a un corazón sombrío y gruñón!
¡La adorable Primavera ha perdido su olor!
Y el Tiempo me devora minuto tras minuto,
como la nieve inmensa a un cuerpo afectado por la rigidez;
contemplo desde lo alto el globo de su redondez,
y ya no busco en él el abrigo de una choza.
Alud, ¿quieres arrastrarme en tu caída?
Epitafio 10.
"Una mirada lastimosa, lo es, por lo general, real.
No falta quienes, incluso, reflejan en su rostro un talante tan manifestatemente vil y mezquino, ademas de una estreches de mente tan rayada en lo animal, que uno se asombra de que sean capaces de exhibirlo en publico en lugar de ponerse una mascara"
Epitafio 9
"Los llamados seres humanos, con cortas exepciones, no son otra cosa que copas con arsenico"
sábado, 19 de septiembre de 2009
" Id, pues, vagabundos, sin tregua,
errad, funestos y malditos
a lo largo de los abismos y las playas
bajo el ojo cerrado de los paraísos.
(...)
Y nosotros que la derrota nos ha hecho, ay, sobrevivir,
los pies magullados, los ojos turbios, la cabeza pesada,
sangrantes, flojos, deshonrados, cansados,
vamos, penosamente ahogando un lamento sordo. "
errad, funestos y malditos
a lo largo de los abismos y las playas
bajo el ojo cerrado de los paraísos.
(...)
Y nosotros que la derrota nos ha hecho, ay, sobrevivir,
los pies magullados, los ojos turbios, la cabeza pesada,
sangrantes, flojos, deshonrados, cansados,
vamos, penosamente ahogando un lamento sordo. "
Rut 1:3-18
Al poco tiempo falleció Elimelec, marido de Noemí, y ésta quedó sola con sus dos hijos.
Ambos tomaron por esposas a mujeres moabitas: una se llamaba Orfa y la otra Rut.
Al cabo de diez años murieron también los dos hombres y Noemí quedó desamparada, sin esposo ni hijos.
Entonces decidió salir de Moab en compañía de sus nueras, pues había oído decir que Yavé se había acordado de su pueblo y les había dado qué comer.
Y Noemí dejó el lugar donde vivía y llevó consigo a sus nueras. Y tomaron el camino que llevaba a la tierra de Judea.
Y Noemí dijo a sus nueras: «Volved a la casa de vuestras madres: Que el Señor sea generoso con vosotras como habéis sido generosa con los muertos y conmigo."
Que el Señor os recompense y os permita encontrar cada una un esposo con quien vivir en paz." Y entonces las abrazó. Pero ellas, llorando, le respondieron:
"No nos iremos, sino que seguiremos contigo y volveremos con tu pueblo."
"Volved a vuestra casa", insistió Noemí, "pues ¿qué ganáis en venir conmigo? Ya no puedo tener hijos para que sean vuestros maridos.
Os repito, regresad a vuestros hogares, yo ya soy vieja para volver a casarme. Y aunque tuviera la remota esperanza de casarme esta misma noche y de tener hijos,
¿seríais vosotras capaces de esperar a que se hicieran mayores? ¿Renunciaríais por eso a casaros? No, hijas, bastante me ha castigado ya Dios como para añadir esta preocupación por vosotras.
Y ellas clamaban y seguían llorando. Finalmente, Orfa besó a su suegra y se despidió. Pero Rut permaneció con ella.
Noemí le dijo entonces: "Tu cuñada ha vuelto con su pueblo y con sus dioses. Regresa tú también con ella."
Y Rut respondió: "No me obligues a abandonarte ni a dejar de seguirte, pues a donde tú vayas, iré yo; y donde tú vivas, yo viviré; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
Donde tú mueras, allí también quiero morir y ser enterrada yo. Que el Señor me castigue como es debido si no es la muerte la que nos separe."
Viendo Noemí que Rut se mantenía firme en su decisión, no quiso insistirle más
viernes, 18 de septiembre de 2009
Epitafio 8.
"Bienaventurados los desesperanzados, los rencorosos y los tristes pues serán borrados de la historia."
y el cielo miraba el espléndido esqueleto
como flor que se abre.
Tan fuerte era el hedor que tú, en la hierba
creíste desmayarte.
Zumbaban las moscas sobre este vientre pútrido
del cual salían negros batallones
de larvas que manaban como un líquido espeso
por aquellos vivientes andrajos.
Todo aquello descendía y subía como una ola,
o se lanzaba chispeante
se hubiera dicho que el cuerpo, hinchado por un aliento vago,
vivía y se multiplicaba.
Y este mundo producía una música extraña
como el agua que corre y el viento
o el grano que un ahechador con movimiento rítmico
agita y voltea con su criba.
como flor que se abre.
Tan fuerte era el hedor que tú, en la hierba
creíste desmayarte.
Zumbaban las moscas sobre este vientre pútrido
del cual salían negros batallones
de larvas que manaban como un líquido espeso
por aquellos vivientes andrajos.
Todo aquello descendía y subía como una ola,
o se lanzaba chispeante
se hubiera dicho que el cuerpo, hinchado por un aliento vago,
vivía y se multiplicaba.
Y este mundo producía una música extraña
como el agua que corre y el viento
o el grano que un ahechador con movimiento rítmico
agita y voltea con su criba.
Y de pronto, en el centro de esta danza macabra
brinca hacia el cielo rojo, loco, un gran esqueleto,
llevado por el ímpetu, cual corcel se encabrita
y, al sentir en el cuello la cuerda tiesa aún,
crispa sus cortos dedos contra un fémur que cruje
con gritos que recuerdan atroces carcajadas,
y, como un saltimbanqui se agita en su caseta,
vuelve a iniciar su baile al son de la osamenta.
En la horca negra bailan, amable manco,
bailan los paladines,
los descarnados danzarines del diablo;
danzan que danzan sin fin
los esqueletos de Saladín.
brinca hacia el cielo rojo, loco, un gran esqueleto,
llevado por el ímpetu, cual corcel se encabrita
y, al sentir en el cuello la cuerda tiesa aún,
crispa sus cortos dedos contra un fémur que cruje
con gritos que recuerdan atroces carcajadas,
y, como un saltimbanqui se agita en su caseta,
vuelve a iniciar su baile al son de la osamenta.
En la horca negra bailan, amable manco,
bailan los paladines,
los descarnados danzarines del diablo;
danzan que danzan sin fin
los esqueletos de Saladín.
jueves, 17 de septiembre de 2009
Epitafio 7
¿Aparece la sabiduría tal vez en la tierra como un cuervo que está inspirado por el olor de la carroña?
Epitafio 6.
"Nuestras revoluciones son puramente verbales y cambiamos las palabras para tener la ilusión de que cambiamos las cosas".
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Epitafio 5
Epitafio 4.
Amar al prójimo es algo inconcebible. ¿Acaso se le pide a un virus que ame a otro virus?
martes, 15 de septiembre de 2009
Los que nacen tenebrosos;
los que son y serán larvas;
los estorbos, los peligros, los contagios, los Satanes...
Al que tasca sus tinieblas,
al que ambula taciturno;
al que aguanta en sus dos lomos,- como el peso indeclinable,
como el peso punitorio de cien urbes, de cien siglos;
de cien razas delincuentes,-
su tenaz obcecación;
al que sufre noche y día,-
y en la noche hasta durmiendo,-
como el roce de un cilicio, como un hueso en la garganta,
como un clavo en el cerebro, como un ruido en los oídos...
viernes, 11 de septiembre de 2009
Epitafio 4
"Si un tal Dios existiese, no podría ser un Dios benévolo, como el que postulan los cristianos. ¡Qué desfachatez es hablar de la misericordia y bondad de una naturaleza en la cual todos los animales devoran animales, en la cual cada boca es un matadero y cada estómago una tumba!"
jueves, 10 de septiembre de 2009
Epitafio 3
"Tendemos a la muerte como la flecha al blanco, y no fallamos jamás, la muerte es nuestra única certeza y siempre sabemos que vamos a morir, no importa cuándo y no importa dónde, no importa la manera. Pues la vida eterna es un sinsentido, la eternidad no es la vida, la muerte es el reposo al que aspiramos, vida y muerte están ligadas, aquellos que demandan otra cosa piden lo imposible y no obtendrán más que humo como recompensa. Nosotros, que no nos contentamos con palabras, consentimos en desaparecer y aprobamos nuestro consentir, no elegimos nacer y nos consideramos afortunados de no sobrevivir en ninguna parte a esta vida, que nos fue impuesta más que dada, vida llena de preocupaciones y de dolores, de alegrías problemáticas o malas. Que un hombre sea feliz, ¿qué demuestra? La felicidad es un caso particular y nosotros observamos sólo las leyes del género, razonamos a partir de ellas, sobre ellas meditamos y profundizamos, despreciamos a quienquiera que busque el milagro y no estamos ávidos de beatitudes, nuestra evidencia nos basta y nuestra superioridad no se encuentra en otra parte."
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Epitafio 2
A veces quisiera ser caníbal, no tanto por el placer de devorar a fulano o mengano, sino por el de vomitarlo.
martes, 8 de septiembre de 2009
Hoy tengo ganas de decir algo sencillo.
Escúchame bien, destápate los odios, desentume tu desgastado cerebro. Abre los ojos y mírame directo a los ojos. Te has dicho el creador de todo lo que hay en el universo, de la vida misma y de la muerte. Eres un malito cobarde. Sádico desde tus pies hasta tus grandes alas y tu todopoderosos espíritu omnipresente. Te deleitas mientras el depredador rompe los huesos a su presa. Mientras el desvalido lucha por sobrevivir día a día, así es tu mundo de depredación. Déjame decirte que no me gusta tu jueguito y no voy a seguirlo. Tomare la hostia con la mano derecha y con la izquierda mi verga dura que reventara hasta manchar tu santa presencia, santo pedazo de mierda, Dios todo poderoso, maricon de maricones, tirano que su infamia no se compara ni con la de aquel duende verdugo chino de nombre Mao y que prometió, al igual que tu, inmundo lleno de esperanzas..
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