miércoles, 12 de mayo de 2010

¡El ser humano constituye una mancha de ignominia en la naturaleza!



En el mundo hay un solo ser que dice mentiras: el hombre. Todos los demás son auténticos y sinceros, en la medida en que se dan a conocer por lo que son y actúan de acuerdo a lo que sienten. Una expresión emblemática, o quizás alegórica, de esa diferencia fundamental es que todos los animales se desplazan en su apariencia natural, y eso contribuye considerablemente a la impresión que produce al contemplarlo ( algo que por lo menos a mi, sobre todo cuando no están en cautiverio, me alegra profundamente el corazón); mientras que el hombre, debido a su vestimenta, se ha convertido en una caricatura, un monstruo cuyo espectáculo, ya desagradable por este mero hecho, se ve acentuado por la tez blanca que le es tan poco natural y por todas las secuelas de una alimentación contra natura a base de carne, así como por las bebidas alcohólicas, el tabaco, los excesos y las enfermedades. ¡El ser humano constituye una mancha de ignominia en la naturaleza!

No hay comentarios:

Publicar un comentario